martes, 29 de mayo de 2018

EL NOVIO DE LA MUERTE - HISTORIA DEL HIMNO


El Novio de la Muerte
(Todos los créditos a Wikipedia)

El novio de la muerte era primitivamente un cuplé cantado por Lola Montes con letra de Fidel Prado y música de Juan Costa Casals (1882-1942). Se interpretó por primera vez el 20 de julio de 1921 en el Teatro Vital de Málaga. El 30 y 31 de julio de 1921 se interpretó en el teatro Kursaal de Melilla, con gran éxito.​ Dado que su letra exaltaba el espíritu militar y legionario, fue adaptada por la legión española que la interpreta con ritmo solemne en determinadas ocasiones, una de ellas es el traslado del Cristo de la Buena Muerte en la Semana Santa de Málaga.

La letra se basa en un suceso real que tuvo lugar el 7 de enero de 1921 en Beni Hassán. En el transcurso de una acción militar durante la Guerra del Rif, falleció como consecuencia de heridas de guerra el cabo de la primera bandera de la legión Baltasar Queija de la Vega. En su bolsillo se encontraron al parecer unos versos que acababa de escribir, emocionado por la reciente muerte de su novia. Poco antes había expresado a sus compañeros el deseo de reunirse prontamente con ella en la otra vida.​ Esta historia fue recogida por el fundador de la legión española, Millan Astray, en su libro La Legión... Al Tercio, sin embargo dado lo novelesco del suceso y la falta de datos sobre la actividad poética de Baltasar Queija de la Vega, algunos historiadores la han calificado como leyenda.

En el año 1952, Emilio Ángel García Ruiz, director de la banda de música del Tercio, la adaptó para interpretarla como música de procesión.

"El Novio de la Muerte"
Letra: Fidel Prado; Música: Juan Costa Casals

Nadie en el Tercio sabía 
quien era aquel legionario 
tan audaz y temerario 
que a la Legión se alistó. 

Nadie sabía su historia, 
más la Legión suponía 
que un gran dolor le mordía 
como un lobo, el corazón. 

Más si alguno quien era le preguntaba 
con dolor y rudeza le contestaba: 

Soy un hombre a quien la suerte 
hirió con zarpa de fiera; 
soy un novio de la muerte 
que va a unirse en lazo fuerte 
con tal leal compañera. 

Cuando más rudo era el fuego 
y la pelea más fiera 
defendiendo su Bandera 
el legionario avanzó. 

Y sin temer al empuje 
del enemigo exaltado, 
supo morir como un bravo 
y la enseña rescató. 

Y al regar con su sangre la tierra ardiente, 
murmuró el legionario con voz doliente: 

Soy un hombre a quien la suerte 
hirió con zarpa de fiera; 
soy un novio de la muerte 
que va a unirse en lazo fuerte 
con tal leal compañera. 

Cuando, al fin le recogieron, 
entre su pecho encontraron 
una carta y un retrato 
de una divina mujer. 

Y aquella carta decía: 
"...si algún día Dios te llama 
para mi un puesto reclama 
que a buscarte pronto iré". 

Y en el último beso que le enviaba 
su postrer despedida le consagraba. 

Por ir a tu lado a verte 
mi más leal compañera, 
me hice novio de la muerte, 
la estreché con lazo fuerte 
y su amor fue mi ¡Bandera!



CRISTO DE LA BUENA MUERTE