martes, 28 de octubre de 2014

"LA CONFIANZA NO SE GANA, SE PIERDE" - Enrique Arteaga Sustaita


¡El porqué no confío en nadie!

Yo no confío en nadie porque cuando era niño, el día que mi madre me llevó al kínder por primera vez y yo no me quería quedar, me dijo: “Aquí voy a estar afuerita” ¡Mentira! No le importaron mis lágrimas ni mis gritos que le hacía cuando la alcancé a ver que se retiraba, a través del enrejado del patio. En mi padre menos confíaba porque un día, todavía era yo un niño, me dijo: “Súbete a esa barda (como de dos metros de alto) y aviéntate, aquí te cacho”. Excuso decirles que cuando me aventé se hizo a un lado y me di un santo porrazo. Por lo menos me dio un consejo: “Esto que te hice es para que nunca vayas a confiar en nadie, si yo que soy tu padre te engañé, cualquiera otro te podrá engañar”. ¡Jajaja!, ¡no es cierto nada de esto!, ¡es broma!, ¡jajaja! Un recuerdo con mucho amor para mis padres que están en la gloria porque fueron puro amor para sus hijos. ¡Qué mundo tan maravilloso aquel!
¡Salud!

Enrique Arteaga Sustaita