sábado, 28 de julio de 2012

SELENOFOBIA, TEMOR A LA LUNA Y CÓMO CURARLA


SELENOFOBIA

Por simple curiosidad, al saber que una persona conocida mía padece Selenofobia (temor a la luna, especialmente a la luna llena), me puse a navegar en la red, en un afán de conocer un poquito más del tema. Me entero que la mayoría de las fobias tienen un origen desconocido por lo menos para quienes las padecen; dicen los especialistas que conocer el origen de ellas es el principio de su sanación. También me entero, que esta fobia es más común de lo que me suponía. Yo pienso que la mayoría de las personas no le tememos al tremendo y apantallador espectáculo que significa ver a la luna llena (especialmente al aparecer, recién, por el horizonte -y en el que aparenta tener un tamaño mayor) porque a fuerza de verla tantas veces a lo largo de nuestras respectivas vidas, pues ya decimos como la canción “aquí no hay novedad”. Pero no hay que olvidar que al observar la luna y su majestuosidad, si no lo sabemos, por lo menos intuimos la inmensidad del universo y la pequeñez del ser humano y claro que esto puede infundirnos temor. No hay que olvidar tampoco que somos viajeros siderales y aquí es dónde se encuentra el meollo del asunto y tal vez el origen del temor: Es tener consciencia de la verdad científica respecto de la vida y como esta verdad se encuentra en una posición completamente antagónica respecto de las religiones y de Dios. Bueno, a mí no me hagan mucho caso porque adolezco un poco de mis facultades mentales y mis opiniones las redacto montado en mi paquidermo volador. Pero, mi razonamiento es este: Tener, por lo menos, una poquita de conciencia acerca de las magnitudes del universo no es negar a Dios, al contrario, es una prueba contundente para magnificarlo. Afortunadamente el ser humano es materia y espíritu y por cada desalmado que te topes por la vida hay (¿habemos?) muchos soñadores como mi compa Jaime Sabines a quien  les presento enseguida y quien también trae el remedio y cura para los Selenofóbicos. Antes, una nota y dos reflexiones relacionadas al tema respectivamente:

Nota: si se tiene o padece alguna fobia, lo recomendable siempre es buscar la ayuda de un profesional de la salud.

“Dios no juega a los dados”

"La dura realidad es una desoladora confusión de hermosos ideales y torpes realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos del Absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades".


¡Salud!
Enrique Arteaga Sustaita.

La luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia a los que
se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

AMIGOS, ABROCHENSE SUS CINTURONES, ¡HAREMOS UN VIAJE ASTRAL! :

Amigos, los estoy invitando a hacer un viaje astral -literal- a través de este vídeo preparado por el American Museum of  Natural History, con datos fidedignos tomados a partir de toda la infraestructura  y tecnología, relativa al tema, de la que dispone la humanidad al día de hoy. NO ES FANTASÍA, ES LA REALIDAD.
La ventanita del vídeo que les pongo, es solamente una referencia, por favor piquen en el logo de YouTube (esquina derecha inferior) para ir al sitio original. Una vez que estén en YouTube, agranden la pantalla al máximo para que vean la hermosura del espectáculo.


Por último amigos, ya en casita,  quizás arrellanaditos en la tibieza de nuestra camita, pongámonos un tanto románticos escuchando a Karina, ¡también se vale ser un poco cursi!